Memoria de mi enfermera XXXVII: «¿Yo tengo tensión?» Hipertensión Arterial, la gran desconocida.

Imagen de la Semana del Corazón de La Fundación Española del Corazón (FEC) 

editado 18 mayo 2015: reparar enlaces rotos
Supongo que todos como profesionales hemos escuchado alguna vez comentarios como estos, que cada uno de ellos es una pequeña historia en sí mismo:

«Yo no tengo tensión...»
«La tensión es normal que suba con la edad...»
«Dependiendo de la decena de edad que tengas, así debe ser tu tensión: si tienes 40 y algo de edad, pues de máxima 14; si 50 y algo, 15; la tensión es normal que suba con la edad...»
«Siempre que sube la tensión se producen síntomas como dolor de cabeza o sofocos...»
«La tensión baja es mala para el corazón...»
«Yo tengo la tensión descompensada…»
«Cuando la tensión se cura, se pueden dejar las pastillas...»
«A mí sólo me sube la tensión cuando voy al médico...»
«La tensión alta no es una enfermedad...»
«Es más grave tener la baja muy alta; esa es la peor...»
«Mi tensión es alta de toda la vida. Estoy acostumbrado a ella...»

Estas son, en general, las grandes ideas erróneas que existen y que circulan en nuestra sociedad con respecto a la Hipertensión Arterial. Hay muchas más, por supuesto, pero no tiene sentido reflejarlas todas. El caso es que la Hipertensión Arterial, aún siendo una de las patologías más frecuentes, es de las más desconocidas y una de las que más errores genera entre la población. Por ello creo que, antes de empezar a ver qué es y en qué consiste esta enfermedad, veamos qué es la tensión arterial... esa gran desconocida.

1. LA TENSIÓN ARTERIAL: ¿QUÉ ES?
Los vasos sanguíneos del cuerpo son: las arterias, las venas y los capilares.
  • Arterias: en general, llevan la sangre oxigenada. Son vasos con una capa muscular que permite adaptar el grosor de la luz interior del vaso según las necesidades y que es capaz de impulsar (onda de pulso que procede del corazón) la sangre hacia los tejidos.
  • Venas: en general, llevan la sangre de retorno, ya sin oxígeno, hacia el corazón. Su pared es más sencilla y no tiene capacidad de impulso.
  • Capilares: en general, son las ramificaciones de venas y arterias para llegar a los tejidos, cederles oxígeno y nutrientes y recoger los productos de desecho, y es el punto en el que las arteriolas (arterias más finitas) se convierten en vénulas (venillas) y estas en venas.

Arterias, venas y capilares conforman el sistema circulatorio junto con el corazón, que es quien bombea la sangre y permite su constante movimiento a través de todos los vasos sanguíneos.
Vimos en otro post que la función de la sangre es llevar a los tejidos oxígeno y nutrientes y recoger las sustancias de desecho tras el metabolismo para su posterior eliminación.
Para que todo funcione bien debe llegar un aporte adecuado de sangre a los tejidos, primero para que no les falte el oxígeno y después para que no falten nutrientes y no se acumulen los desechos. Esto se consigue con un adecuado equilibrio entre varias variables:
  • La sangre en los vasos debe ser adecuada en cantidad (unos 4,5-5,5 litros en adulto) y en calidad (con suficiente cantidad de hematíes y plasma, en general)
  • La presión en las arterias debe ser correcta. Esta presión depende de:

     a. Cantidad de sangre en el cuerpo (a más volumen total, más presión y viceversa)
     b. La capacidad de presión de las arterias, es decir, de adaptarse, relajando o contrayéndose, dependiendo de la cantidad de sangre que haya en los vasos y de la velocidad de contracción del corazón
      c. La frecuencia cardiaca debe ser la adecuada. El corazón late más deprisa o más despacio dependiendo de las necesidades del organismo (en ejercicio aumenta) y dependiendo de la mayor o menor contracción de las arterias, así como del volumen de sangre en los vasos sanguíneos. 

El caso es que a los tejidos no les debe faltar oxígeno, sobre todo a los órganos fundamentales para la vida (cerebro, corazón, riñón). En base a eso, el corazón se adaptará para mantener un aporte mínimo necesario en todos los tejidos y en los órganos vitales.
  

En base a lo explicado, creo que es fácil deducir, que la tensión arterial de nuestro cuerpo es una variable que depende de muchos factores (volumen de sangre, frecuencia cardiaca y contracción/relajación de vasos sanguíneos). La tensión se mide con una aparato que se llama esfigmomanómetro o tensiómetro (los ideales, los de columna de mercurio), que lo que hace es apretar la arteria sobre una superficie dura y amplia (el hueso del brazo, el húmero) que corte la circulación de la sangre por completo, e ir reduciendo la presión despacito hasta ver el punto en que la sangre es capaz de volver a pasar por esa arteria. En cuanto puede pasar un poquito de sangre tanto por el impulso cardiaco y como por la fuerza de la musculatura arterial, se empieza a escuchar un latido: esa es la presión sistólica o máxima. Cuando la presión que ejerce el manguito iguala a la de la arteria, el latido se deja de oír y esa cifra será la presión diastólica o mínima.
Es algo de cierta complejidad, sí.
Por ello, todo lo que afecte a uno o varios de estos factores, directa o indirectamente, dará como resultado las anomalías, patológicas o no, de la Tensión Arterial.

2. CUALES SON LAS CIFRAS  NORMALES DE TENSIÓN ARTERIAL
La tensión arterial tiene un rango bastante amplio de normalidad, de tal forma que se considera normal:
Rango de normalidad: no más de 120 mmHg de sistólica y no más de 80mmHg de diastólica. 
Traducido: no superior a 12/8
Cifras bajas son normales hasta cierto límite, más o menos hasta 90 de sistólica y 50 de diástólica (>9 y >5)

3. CUÁNDO HABLAMOS DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL (HTA)
Hablamos de HTA cuando las cifras de tensión arterial están elevadas durante un periodo prolongado (una sola cifra alta no diagnostica HTA), generalmente se diagnostica en varias tomas, en ambos brazos y poniendo al paciente tumbado, sentado y/o de pie, según los casos, con un periodo de reposo mínimo de 5 minutos.
Hipertensión: superior o igual a 140 de sistólica y/o superior a 90 de diastólica. Superior a estas cifras existen, a su vez diversos grados de HTA. Traducido: >14 y/o >9
Rango alto de Tensión o Pre-hipertensión: entre 121-139 de sistólica y/o entre 81 y 89 de diastólica. Traducido: de 12 a 13 de máxima y/o de 8 a 9 de mínima

4. HTA
La HTA es una enfermedad que no se diagnostica con facilidad porque no suele dar síntomas muy evidentes hasta que las cifras son muy elevadas (y requieren asistencia de urgencia) o se mantienen en el tiempo. Lo más frecuente es diagnosticarla por casualidad, en revisiones rutinarias. Se estima que la prevalencia de la HTA es de aproximadamente entre el 35 y 40% . Se establece que sólo 2/3 de los hipertensos está diagnosticado como tal. Afecta más a hombres que a mujeres y afecta a las personas con más frecuencia según subimos en los grupos de edad. Existe un seudo tipo de HTA, que es la HTA de Bata Blanca, que consiste en que el sujeto sólo tiene cifras elevadas de tensión cuando se la miden en consultorios, hospitales y, en general, por profesionales de la salud. La forma de establecer si es o no una HTA real es tomando tensión en casa o en otros sitios y comparar las cifras. Por regla general, esas medidas de la tensión tomadas fuera de servicios de salud son normales.

Cuales son los factores de riesgo de la HTA (los que pueden facilitar que aparezca)[3]
. Edad, herencia y sexo (no modificables)
. Consumo de tabaco y alcohol/drogas
. Obesidad
. Sedentarismo
. Consumo excesivo de sodio/sal: más de 5 gr/día
. Diabetes mellitus
. Dislipemias: sufrir hipercolesterolemia y/o hipertrigliceridemia
. Estrés

Como verán, excepto sexo, edad y herencia, el resto son factores modificables y son factores de riesgo asociados a un estilo de vida concreto. Todo lo anterior se refiere a la HTA Esencial o Primaria, que es enfermedad en sí misma, sin causa que lo justifique; existen ciertos tipos de HTA asociados o secundarios a otros procesos patológicos como Nefropatías, patologías de embarazo, patologías SNC, tumores,… cuyo diagnostico y tratamiento siempre irán asociados a las patologías que las desencadenan.

A su vez la HTA es factor de riesgo para otras patologías graves:
- Patologías coronarias (angina de pecho, infarto de miocardio)
- Ictus (hemorragias y tromboembolismos)
- Nefropatías: patologías del riñón
- Retinopatías: lesiones de retina debido a que la tensión arterial elevada daña los vasos arteriales en retina
- Arteriopatías
- Otras: impotencia sexual

Cual suele ser el tratamiento de la HTA:
  1. Dieta: baja en sal, no superar el aporte más allá de 5 gr/día; Baja en grasas; Rica en frutas frescas, verduras, legumbres, hortalizas... Dieta Mediterránea; Cuidando la preparación: plancha, horno, hervido... no frito ni rebozados
  2. Reducir peso si existe IMC superior a 25
  3. No fumar
  4. No beber ni tomar otras drogas
  5. Hacer ejercicio de forma regular (todos los días media hora: caminar)
  6. Controlar la ansiedad y lo que lo desencadene
  7. Farmacológico: cuando lo considere oportuno el médico.
 Estas pautas podrán permitir recuperar unas cifras de tensión dentro del rango adecuado, pero serán unos cuidados que no se podrán abandonar nunca, dado que la HTA no se cura, es decir, el recuperar las cifras de tensión adecuadas no significa que el paciente se ha curado, significa que el tratamiento es el adecuado. No se debe dejar de tomar medicación por decisión propia si no lo indica el médico o el enfermero por una cuestión concreta que así lo haga conveniente.

Por último, me gustaría hacer una indicación sobre los aparatos de medir la tensión que hay en el mercado. Como se ha indicado más arriba, la tensión se mide al hacer presión con un manguito sobre la arteria contra una superficie ósea amplia. Esto nos hace entender que los aparatos de muñeca no cumplen estos requisitos y sus mediciones pueden resultar erráticas, sobre todo en ciertas características particulares de ciertos pacientes (obesos, con pulso débil...). Por ello, les recomiendo que, si van a adquirir uno, busquen los que tienen un manguito de brazo, que sí cumplen con la base teórica de la medición de la tensión arterial.

5. RECOMENDACIONES
Se recomienda la toma de la TA por lo menos una vez cada 5 años entre 18 y 40 años en caso de no sufrir ninguna afección o patología. Después de los 40, una vez cada año. Acudir al médico si alguna o todas están alteradas.
Llevar una vida sana, con dieta saludable y variada, evitar ingesta de alcohol, sin tabaco ni drogas, haciendo ejercicio de forma regular, evitando sobrepeso y vigilando cifras de colesterol si se tienen factores hereditarios.

6. DOCUMENTOS CONSULTADOS Y PARA SABER MÁS: 
7. TRATÉ EL TEMA DE LA HTA Y DEL CORAZÓN:

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