Reflexiones: Comer sano, alimentarse bien
Se ha publicado una encuesta sobre hábitos alimenticios de los españoles que da mucho que pensar. En esa encuesta queda patente que en la dieta de los españoles hay demasiada grasa, demasiados platos preparados y azúcares, y poca fruta, cereales, vegetales, hortalizas y legumbres. A parte, el español medio no hace ejercicio de ningún tipo, lo que se conoce como ser sedentario o sedentarismo.
Hace relativamente poco la Unesco consideró la Dieta Mediterránea como Patrimonio de la Humanidad en alguna de sus variables... y los españoles no son precisamente los que más la siguen.
La dieta es unos de los hábitos que más van a condicionar nuestra salud... no sólo la presente, sino la futura, la salud que tendremos -o no- en nuestros años de madurez y ancianidad. Una dieta inadecuada a nuestra actividad física cotidiana favorece el desarrollo de patologías crónicas como la obesidad, la Diabetes tipo 2, el desarrollo de alteraciones de los lípidos -grasas- en sangre como hipercolesterolemia, que a su vez todo esto facilita el desarrollo de Hipertensión Arterial, cardiopatías, poliartrosis... no voy a desgranar todo lo que supondría porque es prolijo y sería aburrido.
La Dieta Mediterránea en lo que supone de variedad de productos y en la riqueza de su preparación, no sólo a nivel gastronómico sino como valor nutricional, se ha demostrado que es beneficiosa en todos los aspectos de nuestra salud, que facilita la prevención de todo lo que se ha indicado más arriba y que cuida la salud.
El ejercicio físico diario adecuado a cada uno de nosotros es un hábito saludable imprescindible y complementario a una dieta adecuada. Antiguamente, aunque tampoco hace tantos años, nuestro trabajo cotidiano requería un gran esfuerzo físico. Hoy eso no es así. Muchos trabajos y ocupaciones son sedentarios o requieren poca actividad física, por ello lo que no hacemos en nuestro laboreo cotidiano deberíamos hacerlo fuera, en lo que supondría nuestro tiempo de ocio y tiempo libre. Muchos afirman no poder económicamente, no disponer de tiempo para ir a un gimnasio...
Excusas y autoengaño... en la mayoría de los casos, por supuesto.
Ejercicio físico diario puede ser salir a caminar diariamente una hora o más, depende de cada uno y de su situación particular. Ponerse ropa adecuada y un calzado cómodo -no tiene porqué ser un chándal- y salir a andar durante una hora... no a hacer recados o a visitar a un amigo. A caminar, a buen ritmo, aunque sin exagerar -al ritmo que cada uno pueda, por supuesto, sin ahogarse o cansarse en exceso-. Andar es tan buen ejercicio aeróbico como montar en bici, correr, bailar, hacer batuka, nadar, saltar a la cuerda o jugar al fútbol o baloncesto.
Merece la pena cuidarse cuando uno se encuentra bien, joven y en forma. Merece la pena pensar un poco en que con un modesto cambio de hábitos en nuestra dieta y en nuestra actividad diaria podremos ir cumpliendo años con un nivel óptimo de salud.
¿Qué pasa cuando uno, aún siendo aún joven o madurito, ya tiene sobrepeso o tiene colesterol alto o algo similar? En estos casos se debe asumir que el cuidado de estos procesos debe proceder de uno mismo. Buscar asesoramiento en su centro de salud con su médico de cabecera y su enfermero que son los que de una forma personalizada podrán dar las pautas para llevar una dieta correcta y un ejercicio óptimo. Cuidarse.
Sé que las prisas del día a día imperan en nuestra vida, nos llevan a comer cualquier cosa de cualquier forma y a considerar el ejercicio físico como un objetivo inalcanzable en nuestro devenir cotidiano. Pero es algo que debemos plantearnos como necesario ahora que nos encontramos bien, porque nadie nos va a cuidar si no nos cuidamos nosotros mismos primero.
Por último, una reflexión con respecto a los NIÑOS. Los niños aprenden a comer con nosotros y con nuestros hábitos. Hacen deporte si les educamos en el deporte. Enseñar, educar en estos hábitos, en algunos casos, no es fácil; supone a menudo un derroche de paciencia y de constancia que en ocasiones nos frustra y nos lanza a tirar la toalla. Es más fácil darle a un niño unas natillas de postre que una fruta; un batido o un pastelito para merendar o para llevar al cole que preparar un bocata de queso; y para cenar, una pizza o unas salchichas... que un pescadito a la plancha o un plato de verdura. El niño que se cría obeso, será un adulto obeso. Ya existen cardiopatías en niños y patologías crónicas asociadas a niños propias hace años de adultos mayores. Además, los niños ya no juegan en la calle como cuando nosotros éramos pequeños... ahora hasta los juegos infantiles tienden al sedentarismo.
Volver a la DIETA MEDITERRÁNEA de siempre y hacer ejercicio adaptado a nuestras circunstancias diariamente nos va a beneficiar y nos va a evitar males futuros... esos que, supongo, ninguno deseamos padecer. No hay que esperar a que una analítica nos dé el dato funesto o que un diagnóstico nos abra los ojos. Hay que cuidarse, hay que desear cuidarse sin esperar a que un profesional no los recomiende en una consulta de crónicos.
Nuestra salud es nuestra responsabilidad... no la de los servicios de salud. Nuestra.
¡Ea, ya lo dejo...!
Y, por ahora, nada más.
Comentarios
...pues tengo que empezar con todo esto y... aveces pienso o que me falta un susto o una terapia...
Bueno también quería pasar a saludarte!
Destaquemos el aspecto de la preparación: evitar fritos, rebozados, empanados... y fomentar la plancha, el vapor, el horno. No es cuestión de economía.
De todos modos hay una web magnífica que se ha preocupado de este tema, «Escuela de pacientes»: http://cocinar-ricoysano.blogspot.com/
Y por supuesto, también estoy de acuerdo con usted en que se debe huir de los sermones. Eso es lo que pretendo en todo lo que escribo y difundo. Todos y cada uno debemos de preocuparnos de nuestra salud. Es nuestra propia responsabilidad y mientras que nuestros hijos sean pequeños, también debemos ocuparnos de ellos. Tal como lo hagamos hoy, ellos serán mañana.
Muchas gracias por leer y por opinar. Un saludo.
No esperes, por favor, a tener un susto... es mala terapia y no siempre funciona, créeme. Cuídate, amigo y, sobre todo no dejes de traer esa maravillosa simpatía por estos lares. Besos miles
Gracias, Bea. Nunca pienses que escribes mucho... me encanta leerte y lo sabes. además proporcionas otro punto de vista muy enriquecedor para el tema. Besos miles, Bea.
Cuando hago noches, las compañeras siempre llevan patatas, bollería, etc, y yo intento comer fruta. ¡Que no estoy a dieta! Simplemente intento comer medianamente bien.
Besos miles y gracias por seguir ahí.