La próstata. 15 septiembre, Día Europeo de la Salud Prostática
Hoy, 15 de septiembre, es el Día Europeo de la Salud Prostática.
Estoy convencida de que muchas personas no saben en realidad qué es y para qué sirve la próstata... más allá de que es un órgano propio de los hombres y que forma parte de su sistema genito-urinario, es decir, de sus órganos sexuales.
En el dibujo de arriba, muy bueno, se ve que la próstata es una pequeña glándula que abraza la uretra en su salida de la vejiga y que se encuentra justo delante del recto. Su tamaño, en cndiciones normales, no es mayor a una castaña. Su función consiste en que durante la eyaculación segrega un líquido nutritivo, que forma parte del líquido seminal, necesario para que los espermatozoides puedan aguantar el largo camino que les espera, considerando que la función de su emisión sea reproductiva.
Con los años, con la edad, esta glándula puede aumentar de tamaño, lo que se conoce como hipertrofia o hiperplasia. Al aumentar de tamaño, el espacio en el que abraza la uretra puede disminuir el diámetro de su luz, con lo que aprieta la uretra, dificultando la expulsión de la orina en cada micción. Esta hipertrofia puede ser benigna (HBP), es decir, que su aumento no supone ninguna lesión maligna.
Pero, hoy día, el segundo tipo de cáncer más frecuente en los hombres es el cáncer de próstata, consistente en la formación de células anómalas en esta glándula, que se multiplican de forma desmesurada alterando su función. Esta enfermedad, como es bien sabido, puede hacer que esas células salgan al sistema linfático y se diseminen por otros órganos.
Los síntomas de esta enfermedad no vienen al caso. La cuestión es que, cuando se diagnostica porque se sienten síntomas o molestias, suele estar demasiado diseminado y por desgracia la enfermedad ya está consolidada.
Por ello, como en casi todos los casos, la mejor forma de afrontar esta enfermedad, es la PREVENCIÓN y el DIAGNÓSTICO PRECOZ.
Aún así, los hombres son reticentes a acudir al urólogo para llevar a cabo estas revisiones.
Pemítanme que hable en palabras más llanas: sé, porque lo escucho a diario, que los hombres no desean ir al urólogo para estas revisiones porque no desean que el especialista les revise; sobre todo, les provoca rechazo el tacto rectal...
Creo, de verdad, que el miedo es libre y cada uno tiene derecho a rechazar cualquier exploración sobre su anatomía. Pero me parece que los hombres se deberían plantear si realmente este temor/rechazo no resulta un tanto exagerado. Sé que animar a los hombres a que se pongan en el lugar de las mujeres y su muy desagradable exploración ginecológica no sirve de nada.
Por ello, les animo a que se planteen la cuestión en positivo: que los beneficios de estas revisiones son muy elevados con respecto al mal momento que puedan pasar en la exploración.
Para saber más:
Ante cualquier duda, consultad a vuestro médico y/o vuestra enfermera; ellos sabrán resolver vuestras inquietudes. Las webs, para los profanos en materias de salud/enfermedad, deben ser sólo una gran enciclopedia, no el medio para tomar ninguna decisión sin asesoramiento.
Y, por ahora, nada más.
Estoy convencida de que muchas personas no saben en realidad qué es y para qué sirve la próstata... más allá de que es un órgano propio de los hombres y que forma parte de su sistema genito-urinario, es decir, de sus órganos sexuales.
En el dibujo de arriba, muy bueno, se ve que la próstata es una pequeña glándula que abraza la uretra en su salida de la vejiga y que se encuentra justo delante del recto. Su tamaño, en cndiciones normales, no es mayor a una castaña. Su función consiste en que durante la eyaculación segrega un líquido nutritivo, que forma parte del líquido seminal, necesario para que los espermatozoides puedan aguantar el largo camino que les espera, considerando que la función de su emisión sea reproductiva.
Con los años, con la edad, esta glándula puede aumentar de tamaño, lo que se conoce como hipertrofia o hiperplasia. Al aumentar de tamaño, el espacio en el que abraza la uretra puede disminuir el diámetro de su luz, con lo que aprieta la uretra, dificultando la expulsión de la orina en cada micción. Esta hipertrofia puede ser benigna (HBP), es decir, que su aumento no supone ninguna lesión maligna.
Pero, hoy día, el segundo tipo de cáncer más frecuente en los hombres es el cáncer de próstata, consistente en la formación de células anómalas en esta glándula, que se multiplican de forma desmesurada alterando su función. Esta enfermedad, como es bien sabido, puede hacer que esas células salgan al sistema linfático y se diseminen por otros órganos.
Los síntomas de esta enfermedad no vienen al caso. La cuestión es que, cuando se diagnostica porque se sienten síntomas o molestias, suele estar demasiado diseminado y por desgracia la enfermedad ya está consolidada.
Por ello, como en casi todos los casos, la mejor forma de afrontar esta enfermedad, es la PREVENCIÓN y el DIAGNÓSTICO PRECOZ.
- Llevar una vida sana, ejercicio, evitar el sedentarismo, dieta mediterránea y libre de tóxicos: tabaco, alcohol y/o drogas.
- Los hombres de más de 40-45 años deberían acudir al urólogo con cierta frecuencia para que, con una simple revisión, se puedan detectar a tiempo cualquier tipo de lesión en sus estadios iniciales. En qué cosiste esta revisión:
- Tacto rectal
- Determinación de un antígeno específico en sangre, conocido como PSA
- Y, si hiciera falta por aparecer aumento de tamaño prostático: ecografía
Aún así, los hombres son reticentes a acudir al urólogo para llevar a cabo estas revisiones.
Pemítanme que hable en palabras más llanas: sé, porque lo escucho a diario, que los hombres no desean ir al urólogo para estas revisiones porque no desean que el especialista les revise; sobre todo, les provoca rechazo el tacto rectal...
Creo, de verdad, que el miedo es libre y cada uno tiene derecho a rechazar cualquier exploración sobre su anatomía. Pero me parece que los hombres se deberían plantear si realmente este temor/rechazo no resulta un tanto exagerado. Sé que animar a los hombres a que se pongan en el lugar de las mujeres y su muy desagradable exploración ginecológica no sirve de nada.
Por ello, les animo a que se planteen la cuestión en positivo: que los beneficios de estas revisiones son muy elevados con respecto al mal momento que puedan pasar en la exploración.
Para saber más:
Ante cualquier duda, consultad a vuestro médico y/o vuestra enfermera; ellos sabrán resolver vuestras inquietudes. Las webs, para los profanos en materias de salud/enfermedad, deben ser sólo una gran enciclopedia, no el medio para tomar ninguna decisión sin asesoramiento.
Y, por ahora, nada más.
Comentarios
Voy a intentar aportar mi granito de arena a esta ingente labor que haces, sin perjuicio de que te quiera escuchar mucha o poca gente, y de la validez o no de mi comentario.
Hace unos tres o cuatro años (tengo 48 cumplidos) estuve acudiendo a un urólogo privado durante más de un año porque sentía molestias y cosas extrañas al orinar, cosas como que me quedaba parado frente al inodoro sin poder hacer pis, aunque me moría de ganas. Vamos, lo que llaman mear y no echar gota, jajajaaaa... Perdonad la ordinariez los que leáis esto, pero solamente intento quitar un poco de hierro al asunto y hacer ver que el hecho de ir al urólogo no es tan grave (fastidia más ir al dentista, aunque sea para una limpieza dental). El cáncer, sí, sí que fastidia, te jode la vida, te la quita. Este buen hombre cobraba cada vez que tosía: ecografías, flujometrías, tacs, resonancias magnéticas, etc, y al final solo me recetaba comprimidos de brezo para que hiciera más pis. Nunca me hizo un tacto rectal. Cuando dejé de sentir los síntomas que me llevaron a buscar ayuda facultativa, dejé, simplemente, de ir a su consulta (después me enteré de que lo habían echado de la compañía aseguradora porque era muy rápido de talonario, tanto de recetas como de pruebas.
Después de esto, he vuelto en diversas ocasiones a mi médico de cabecera de la seguridad social para hacerme analíticas de diversa índole y él, teniendo en cuenta mi edad y con muy buen criterio, a mi entender, ha aprovechado la extracción de sangre y me ha ordenado análisis de PSA que, hasta el momento y afortunadamente, siempre han dado negativo. Tampoco me ha hecho nunca un tacto rectal, aunque sé que llegará el día, puesto que no voy para joven, pero es que ninguno vamos para jóvenes.
Creo que el problema que tienen muchos hombres con (o contra) el tacto rectal, es aprendido, educacional, estúpido, y no pretendo ofender al decir esto, pero nadie es más o menos hombre porque se lo hagan. Me imagino que lo mismo es igual de desagradable para una mujer o, si me apuran, para un hombre homosexual, si es eso de lo que tienen miedo los que no quieren que se lo hagan a ellos.
Señores, háganme caso: homosexualidad y tacto rectal no van de la mano, nada tiene que ver con la falta de hombría, si a la homosexualidad se la quiere definir así. Nadie va a pensar que, porque una persona que dedica su vida a sanar a los demás les meta un dedo por el culo para detectar un posible cáncer, son ustedes mariquitas, NO. De acuerdo, no es agradable, NO, pero tampoco lo es tributar a Hacienda y lo aceptamos como algo inevitable por lo que hay que pasar.
De verdad, no seáis tontos, que os va la vida en esos prejuicios.
Beso, Lola.
Todavía no me han tenido que hacer un tacto rectal pero, el día que llegue, lo afrontaré con la máxima dignidad que permite la postura.
Por seguir en la broma de quitar trascendencia al tema: Lo que temos es que me guste y tomar conciencia de la cantidad de años que me he perdido por no probar antes.
Un beso y gracias tanto a tí como a Javier por romper "el hielo"
Un saludo.
Compañeros de próstata (del órgano, que ya podía estar junto a la oreja) Una vez se me hincharon los huevos y acudí al especialista por tal menester allí tuve mi primera experiencia, y la verdad es que no fue de mi agrado, pero el tío fue delicado e iba muy profilacticamente protegido ...el asunto fue suave y no me ocasionó sofoco alguno.
De todas formas por temas no urológicos pero sí "anal"ógicos (revisión del colon) he tenido que someterme a un par de exámenes con el digestólogo. En aquella ocasión la verdad es que no me gustó en absoluto pero tuve que claudicar...luego me han hecho un par de colonoscopias (preventivas por antecedentes familiares de cáncer)* y tuve que pasar por el tubo, aunque mejor dicho el tubo pasó por mi, lo bueno de eso es que te sedan y no te enteras de nada (al despertarme le solté a la enfermera que mejor así, no fuera que me hubiera gustado lo del tubo)
Claro que ciertos aspectos médicos no son agradables, también pienso en muchas chicas cuando van al ginecólogo y no pasan un buen rato...
Para darle un poco de salsa al asunto, os comento que tengo una cuñada digestóloga a la que le he encargado alguna revisión, por aquello de que todo contacto quede en familia...
*El antecedente familiar (mi señor padre) está bien, acabó con la quimio este Agosto, y no se le ha caído ningún pelo... Mis hermanos, también estamos bien.
Saludos a todos!
Lola, un beso grande!
Besos miles
Muchas gracias por tus palabras, Tomae. Besos miles
Saludos.