Seguimos de luto...¿seguimos?
imagen obtenida de Instagram, @eventuaisenloita
El pasado 12 de mayo, Día Internacional de las Enfermeras, se celebraron en 13 CCAA las pruebas de exámen pertenencientes a la OPE, en la que se presentaban 140.000 enfermeros para 20.500 plazas. En España hay aproximadamanet 300.000 enfermeras con lo que más o menos la mitad de nosotras se presentaba... y la mitad de las enfemeras españolas tiene un trabajo no estable y, la gran mayoría, un trabajo precario. En la imagen que adjunto a este texto se ve una de las muchas fotos reivindicativas que las enfermeras gallegas publicaron en un movimiento masivo que se ha llamado Eventuais en Loita y que ha mostrado un frente unido, férreo y absolutamente impresionante de las enfermeras gallegas luchando por un objetivo común. Este movimiento reivindicativo, al que yo me sumé, ha tenido una gran repercusión mediática -y lo hemos visto en diversos medios, TV, webs, papel, RRSS...-, como pocas veces ha tenido repercusión una reivindicación enfermera. Movilizaron para su protesta a decenas de personajes del mundo de la cultura, del arte, del peridosimo, del deporte, de la politica. Consiguieron un apoyo maravilloso que logró su objetivo: hacerse escuchar. Les felicito porque han logrado algo magnífico.
Me permito poner el acento en algo que me llamó poderosamente la atención: que todas y cada una de las CCAA no se sumara a este movimiento y que todas y cada una de las 13 CCAA en donde se celebraban exámenes de OPE, como mínimo, no se manifestaran en su propio «eventulaes en lucha». Sólo las gallegas tuvieron ese arranque -exitoso- de unirse para manifestar su rechazo ante una convocatoria de plazas pálida y triste en número con respecto a las necesidades reales de enfermeras en la sanidad pública de su comunidad. ¿Y el resto de CCAA? Este problema no solo es gallego, sino que afecta a todo el territorio español. Y solo hemos escuchado a las enfermeras gallegas... cuando este problema es generalizado. Interesante, interesante porque deja de manifiesto un problema crónico del que adolecemos desde siempre: la falta de liderazgo enfermero que nos una en un frente común.
Ya mostré en un artículo previo, «Los cuidados imprescindibles», lo insostenible de esta situación de eventualidad de las enfermeras, sin cubrir vacantes ni adecuar ratios a la carga real de cada servicio y cada unidad asistencial, situación insostenible no sólo para sanidad pública, para los usuarios y las personas con enfermedades que precisan los cuidados cotidianos de las enfermeras, sino para las propias enfermeras. Para prepararse estas pruebas de la OPE la gran mayoría ha tenido que estudiar muchas horas al día durante meses, compaginando su trabajo -la que lo tenía- en turnos, guardias y horarios imposibles con el estudio y su vida personal, algo realmente titánico y que solo el que vive una situación así sabe lo que eso supone. Demasiadas pocas plazas, ninguna de nueva creación, no nos engañemos, y materias no siempre de contenido adecuado al conocimiento enfermero ponen a prueba el esfuerzo, las ganas, las esperanzas, la capacidad, el rendimiento... y la vida personal de quien se prepara unas oposiciones. Insisto, solo el que vive algo así sabe de lo que hablo. Sí, yo también lo he vivido: 8 veces.
Todo esto sucedió el fin de semana pasado y ya no quedan ni los calores casi veraniegos de esos días..., es como si no hubiera sucedido ¿Seguimos de luto o estamos ya de «alivio» de este luto? ¿El problema ya está caduco, ya no es tema candente? Porque yo creo que las enfermeras que se presentaron a la OPE el domingo pasado siguen con el mismo problema. Y les digo a los medios de comunicación: ¿no es noticia ya que las enfermeras sigan estando en precario, que muchas sumen contratos basura durante meses y años, que no se cubran las plazas ni por bajas ni por vacaciones, que se amorticen puestos tras la jubilación de sus trabajadores, que las enfermeras sufran una carga asistencial titánica que pone en riesgo la seguridad de las personas que atienden? No todos los días se contrata un avión para poder acudir a dos oposiciones, pero las enfemeras siguen estando hoy igual de mal que el fin de semana pasado, igual que el mes pasado, igual que hace demasiados años. Seguimos igual. Y sin las enfermeras la sanidad publica y los servicios sociales y asistenciales no funcionan. ¿Eso no interesa?
Me resulta muy triste afirmar que creo que a la sociedad no le preocupa nada mientras no le toque de primera mano, que si no es noticia en el telediario del mediodía no trasciende y nosotras llevamos así años, años de crisis y de falta de medios y recursos. Ojalá tuvieramos el mismo tirón que los seguiores molestos por la serie de moda que no cumple sus expectativas. Ojalá. Lo veo en todos los medios y RRSS. y me da envidia. Quiero esa repercusión mediática para las enfermeras.
Me recuerdo, hace años, tras la crisis del ébola en España junto a miles de enfermeros pidiendo a «Salvados» que se hiciera eco de nuestra falta de visibilidad como profesión, de la falta de medios en nuestro trabajo diario, de nuestra situación crítica. Recuerdo esos días enlazando a periodistas y cadenas de radio y TV, recuerdo a mis compañeros y a mí misma dando la brasa en RRSS a todo famoso que pudiéramos enlazar solicitando una visibilidad que se nos niega de forma constante, no solo en la precariedad y falta de enfermas en las plantillas, sino en nuestra labor en general, la capacidad de decidir nuestro propio futuro, la exclusión que se nos hace de las mesas donde se deciden cuestiones importantes para nuestra profesión, las zancadillas que se nos pone para investigar o para impedir nuestro acceso a puestos de gestión, nuestro problema con el CGE y ciertos COE..., y lo que más me sonroja es ese llamado a «Salvados» que, a la vista está, nunca tuvo respuesta ni se materializó.
Sigamos en lucha, sigamos de luto... porque la situación no mejora. Pero esta reivindicación debemos llevarla adelante no solo las enfermeras eventuales y con contratos precarios-basura, sino todos: enfermeros con plaza fija, todos los profesionales de la sanidad -porque nadie trabaja solo y aunque el equipo de salud sea como los muertos que ve el niño del sexto sentido, ahí debería estar aunque nadie lo vea- y los usuarios de la sanidad pública, adminsitraciones, COE-CGE, sindicatos... todos unidos debemos luchar porque esta situación mejore. Porque las enfermeras trabajamos para la ciudadanía, para todas las personas sanas o enfermas, en todas las etapas de la vida... y en un momento u otro, se nos necesita y ahí debemos estar con plena capacidad de desarrollar nuestro trabajo y de seguir avanzando en la ciencia del cuidado.
Y, por ahora, nada más. Si tienes alguna duda, pregunta a tu enfermera.
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