El fósforo… escondido en ciertos alimentos
imagen obtenida en Pixabay, de Aminab
En anteriores artículos tratamos el
tema del Hiperparatiroidismo Secundario a una ERC; en ese artículo se expuso
todo lo relativo al metabolismo del calcio y el fósforo y la importancia de
controlarlos desde la dieta y con medicación. Hoy vamos a hablar del fósforo oculto en ciertos alimentos,
vamos a aprender qué es y dónde se encuentra; aprenderemos también a cómo a
reducir la ingesta de fósforo desde una selección adecuada de alimentos frescos
para elaborar las comidas.
Recordemos
algunos conceptos:
El fósforo es un mineral. Supone el 1 % del peso corporal total de una
persona. Está presente en cada célula del cuerpo, pero la mayor parte del
fósforo se encuentra en mayor cantidad en los dientes y en los huesos. Junto
con el calcio, el fósforo es necesario para el desarrollo de huesos fuertes y
saludables, así como para mantener sanas otras partes del cuerpo. Cuando los
riñones funcionan correctamente pueden eliminar el fósforo que ya no le hace
falta al organismo y que circula en la sangre. Pero si no funcionan bien, como
en una Insuficiencia Renal crónica, los riñones no pueden eliminar el fósforo
de forma adecuada y se acumula en sangre. Es lo que se conoce como
hiperfosfatemia. Las concentraciones altas de este mineral pueden dañar tu
cuerpo.
El aumento del fósforo tiene
efectos sobre el metabolismo de los huesos, ya que estimula la producción de la
hormona paratiroidea o PTH. Cuando esta sustancia está muy alta, acelera el
recambio óseo y termina haciendo que los huesos de los enfermos se debiliten y
puedan llegar a fracturarse. También producen depósitos peligrosos de calcio en
los vasos sanguíneos, los pulmones, los ojos y el corazón. El fósforo se encuentra en muchísimos
alimentos, por lo que resulta difícil disminuir su consumo. Con la diálisis no
es fácil eliminar su exceso. Para mantener los niveles de fósforo bajo, las
personas con insuficiencia renal deben de seguir una dieta sana, evitando los
alimentos ricos en fósforo.
Los medicamentos más comunes para
regular el fósforo y aportar calcio son los quelantes, y se toman con las
comidas para reducir la absorción de fósforo de los alimentos durante la
digestión. Generalmente, se toman a mitad o al final de desayuno, comida y
cena.
El fósforo en los alimentos… ¿por qué no se elimina con el remojado?
Es lógico preguntarse que si el potasio y el sodio son
iones que se pueden reducir/eliminar en los alimentos mediante un proceso de remojado,
¿por qué no se hace lo mismo con el fósforo? La respuesta es que, a diferencia
de los otros iones que están sueltos
en los alimentos y se pueden eliminar diluidos en el agua de remojo, el fósforo
no está suelto, forma parte de otras
sustancias más complejas, es lo que se conoce como «fósforo estructural»; forma
parte de fosfolípidos (grasas) de la pared de las células, forma parte de la
estructura de huesos, dientes y espinas, forma parte de las proteínas, tanto
las de origen animal como vegetal, forma parte de las moléculas mediante las
cuales el organismo obtiene energía (ATP)... La importancia del fósforo
presente en las proteínas es tan grande, que controlando la ingesta de
proteínas ricas en fósforo se controla la mayor cantidad de ingesta de este mineral,
como veremos más adelante.
El fósforo no siempre lo encontramos como tal sino también
en forma de lo que se conoce como fosfato.
Fósforo oculto en los alimentos ¿qué significa?
Al profundizar nuestro
conocimiento en los alimentos y sus nutrientes podemos llegar a conocer su
composición; de esta forma podemos tener claro que 100 g de sardinas tienen 7,5 g de grasa, 18,1 g
de proteínas y 74,4 g de agua, aparte de 44 mg de calcio, 100 mg de sodio o 475
mg de fósforo o que un huevo de gallina
tiene 11,1 g de grasa total, 12,5 g de proteínas y 76,4 g de agua, más 140 mg
de sodio o 400 mg de fósforo (los
datos de ambos tomados de base de datos BEDCA). Pero los alimentos de origen industrial, procesados
y ultra-procesados no tienen su composición tan definida porque en su
proceso de elaboración se les añade cantidad de aditivos: conservantes,
colorantes, excipientes, espesantes, mejorantes… cuya composición desconocemos
al detalle y que pueden ser —y de hecho son siempre— una fuente ingente de
fósforo a tener en cuenta por los enfermos que deben controlar la ingesta de
este mineral. Las etiquetas de estos alimentos no recogen con exactitud y
detalle este hecho y por ello nos encontramos que estos alimentos son una fuente de fósforo oculto.
Una vez que sabemos que los
alimentos procesados contienen sustancias añadidas ricas en fósforo solo nos
queda por saber cuáles son los alimentos procesados que más cantidad de fósforo
contienen en base a esas sustancias; estos alimentos son (fuente: http://nefrologiaparatodos.blogspot.com.es/2017/04/el-fosforo-oculto-de-los-alimentos.html)
- bebidas refrescantes con burbujas
- productos precocinados (por ejemplo, pizzas, pasta preparada...)
- productos de bollería y pastelería industrial
- salsas y condimentos
- fiambres, carne preparada, embutidos, patés
- productos lácteos preparados
- golosinas
- y, en general, cualquier alimento elaborado, procesado o envasado.
Estos aditivos que se añaden a
los alimentos procesados pueden ser fácilmente reconocibles en el etiquetado,
dado que sí deben ser incorporados en el apartado de ingredientes, aunque en el etiquetado de nutrientes no se haga ninguna referencia a la cantidad de fósforo
que contiene ese producto. Estos aditivos son (fuente: http://nefrologiaparatodos.blogspot.com.es/2017/04/el-fosforo-oculto-de-los-alimentos.html):
Antioxidantes.
§ E332
Lecitinas
§ E338
Ácido fósfórico
§ E339
Fosfatos
§ E340
Fosfatos
§ E341
Fosfatos
§ E343
Fosfatos
|
Estabilizantes
v E442
Fosfátido de amonio
v E450
Difosfato
v E451
Trifosfato
v E452
Polifosfato
v E451
Fosfato ácido
|
Potenciadores
del sabor
Ø E626
Guanilatos
Ø E635
Ribonucleótidos
|
Como es lógico
imaginar, a los enfermos con ERC-IRC se les recomienda que el consumo de
alimentos procesados sea algo puntual y que nunca basen su alimentación cotidiana
en estos productos. Lo más adecuado es que elijan para preparar sus comidas
alimentos frescos y de temporada que aúnan disponibilidad y precio asequible.
Para elegir con
más tranquilidad y sabiendo en todo momento qué ingesta diaria de fósforo debe
tomar un enfermo con ERC, apuntaré algunas pautas generales, que siempre deben
ser consultadas con el nefrólogo, enfermero o médico de familia (fuente consultada: Lorenzo Sellarés, V. y Luis Rodríguez,
D. Manejo nutricional en la enfermedad renal crónica, Revista de Nefrología,
marzo, 2017; http://revistanefrologia.com/es-monografias-nefrologia-dia-articulo-manejo-nutricional-enfermedad-renal-cronica-99 ):
- Las pautas de gramos de proteína por peso al día son establecidas por el nefrólogo en base a estadio de IRC en que se encuentre el enfermo; en general las pautas oscilan entre de los 0,8-0,9 gr/kg/día de enfermos en ERCA. En los pacientes en HD son de 1,1-1,2 gr/kg de peso ideal/día, y en DP ligeramente mayores, 1,2-1,3 gr/kg de peso ideal/día, con un 50% de proteínas de elevado valor biológico. Insisto: este parámetro siempre lo pauta el médico en base a la situación del enfermo y puede variar.
- La cantidad de fósforo al día debería oscilar entre 800-1000 mg/día.
- En base al punto anterior nos interesa elegir los alimentos cuyas proteínas tengan menor cantidad de fósforo por unidad de peso: es lo que se conoce como ratio mg de fósforo/g de proteína de alimentos (mgP/gProteínas). Se deben elegir los alimentos ricos en proteínas cuya ratio sea menor, que oscile entre 10-12 mg de fósforo/gramo de proteínas. Una ratio aceptable sería de 12 a 16 mg/g proteínas y se debería desechar la elección de todo alimento cuya ratio sea mayor a este último.
Tabla ejemplo (fuente y autor de la misma: Barril
Cuadrado, G. et als.; Tablas de ratio fósforo/proteína de alimentos para
población española. Utilidad en la enfermedad renal crónica Nefrología Vol. 33 Nº 3 Año 2013): con el recuadro naranja —que
he incluido yo para este artículo— se ha resaltado la columna relativa a ratio
mgP/gProteínas. Elegiríamos con preferencia los alimentos cuyo ratio es igual o
inferior a 10-12 mgP/gProteína y desecharíamos aquellos en los que su valor
fuera superior a 16.
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Observemos que los alimentos
industriales/procesados son los que suelen tener la ratio mayor, junto a frutos
secos y legumbres. La elección no deja de ser compleja porque además debemos
tener presente la cantidad de otros iones que contiene ese alimento, es decir,
sodio y potasio entre otros.
Conclusiones:
Llevar a cabo una alimentación
variada y saludable además de agradable, gustosa y apetecible para una enfermo
ERC es difícil y complicado, se encuentre en el estadio que se encuentre, lo
que además se complica si presenta enfermedades asociadas o comorbilidades
(diabetes, patologías cardiovasculares…). Es conveniente que los enfermos y sus
cuidadores sepan identificar los alimentos y conocer su composición principal en
proteínas, glúcidos y grasas aparte de en minerales (sodio, potasio, fósforo y calcio).
Es necesario saber todo esto para
poder elegir los alimentos que mejor se ajusten a nuestras limitaciones
terapéuticas en proteínas y minerales, como el fósforo. Saber que los alimentos
frescos tienen una cantidad variable de fósforo asociado a sus proteínas y
poder elegir los que presentan una ratio más ajustada a sus requerimientos
terapéuticos sin dejar de lado el proporcionar una nutrición adecuada, en el
marco de una dieta variada, agradable y saludable.
Y es necesario conocer qué
alimentos procesados presentan mayor ratio fósforo/proteína para poder evitarlos
cuando sea preciso y elegir los más adecuados a las necesidades de cada
enfermo.
Por último, sería muy beneficioso
para toda la población en general que la legislación referente a etiquetados
obligara a los fabricantes e industrias alimentarias a especificar la composición
real no solo de ingredientes sino de los nutrientes, como sodio, potasio, fósforo
y calcio, así como los que ya se incluyen hoy día. Esto daría herramientas para
que todos los enfermos puedan elegir los alimentos más adecuados a su situación
particular.
Para saber más sobre este tema:
v Barril
Cuadrado, G. et als.; Tablas de ratio
fósforo/proteína de alimentos para población española. Utilidad en la
enfermedad renal crónica Nefrologia 2013;33(3):362-71
http://www.revistanefrologia.com/es-publicacion-nefrologia-articulo-tablas-ratio-fosforoproteina-alimentos-poblacion-espanola-utilidad-enfermedad-renal-cronica-X021169951300319X
v
Lou
Arnal, L.M., et als. Fuentes
ocultas de fósforo: presencia de aditivos con contenido en fósforo en los
alimentos procesados. Nefrologia 2014;34(4):498-506 http://www.revistanefrologia.com/es-publicacion-nefrologia-articulo-fuentes-ocultas-fosforo-presencia-aditivos-con-contenido-fosforo-los-alimentos-X0211699514054318
v Puchulu, M.B. et als. Tablas de la Relación Fósforo/Proteína de
los Alimentos y su Aplicación en la Enfermedad Renal Crónica. Diaeta (B.Aires) 2014; 32(148):7-23 http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1852-73372014000300002
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