13 de marzo: DÍA MUNDIAL DEL RIÑÓN
Un año más, celebramos EL DÍA MUNDIAL DEL RIÑÓN, este año con el lema:
RIÑONES Y ENVEJECIMIENTO
En la web de la Sociedad Española de Nefrología encontramos la justificación de este lema:
«Hace diez años, el promedio de edad del paciente que iniciaba diálisis era de 58 años; actualmente es de 68. Según los expertos, el envejecimiento es un factor de riesgo para sufrir enfermedades renales crónicas (ERC), de manera que hasta el 35% de los mayores de 65 años puede padecerla.
El tratamiento para estas patologías está evolucionando en los últimos años: por primera vez, más del 15% de los pacientes nuevos se tratan con diálisis peritoneal en su propio domicilio; mientras que el trasplante de donante vivo ha aumentado un 5% en el último año.»
El tratamiento para estas patologías está evolucionando en los últimos años: por primera vez, más del 15% de los pacientes nuevos se tratan con diálisis peritoneal en su propio domicilio; mientras que el trasplante de donante vivo ha aumentado un 5% en el último año.»
Hay ciertas patologías que no se pueden prevenir, pero llevar una vida sana con hábitos saludables puede enlentecer el progreso de otras muchas enfermedades cuyo resultado puede ser una ERC. En la web IntraMed, encontramos una serie de consejos muy útiles; nos explican (texto íntegro de IntraMed):
Día mundial del riñón 2014: "Los riñones envejecen, igual que tú"
En 2014, el Día mundial del riñón (WKD) se centrará en la enfermedad renal crónica (CKD) y el envejecimiento. Con su campaña "Los riñones envejecen, igual que tú", el WKD pretende concienciar sobre la CKD y estimular el debate, el conocimiento y el desarrollo de políticas para aumentar la prevención y el tratamiento en todo el mundo. Este año, la campaña incluye además una iniciativa en Twitter que nos invita a "Empezar el día con un vaso de agua".
Qué puede hacer por sus riñones: las ocho Reglas de oro
Las enfermedades renales se suelen denominar “asesinos silenciosos” e influyen considerablemente en nuestra calidad de vida. No obstante, existen algunas formas muy sencillas de reducir el riesgo de desarrollar enfermedades renales.
Mantenerse en forma y activo
Controlar regularmente el nivel de azúcar en sangre
Vigilar la presión sanguínea
Comer sano y controlar el peso
Mantener una ingesta de líquidos sana
No fumar
No tomar medicamentos sin receta médica regularmente
Comprobar la función renal si se presentan uno o más factores de “alto riesgo”
Mantener una ingesta de líquidos sana
Consumir mucho líquido ayuda a los riñones a eliminar sodio, urea y toxinas, lo que implica un “menor riesgo significativo” de desarrollar enfermedades renales crónicas. Los estudios existentes no defienden una “carga agresiva de líquidos” dado que podría causar efectos secundarios, sino que aportan evidencia de que una ingesta de agua moderadamente mayor, de unos dos litros diarios, podría reducir el riesgo de disminución de la función renal – para más información, véanse los artículos del Prof. Clark and Prof. Strippoli Es importante recordar que el nivel adecuado de ingesta de líquidos de una persona depende de numerosos factores (sexo, ejercicio, clima, condiciones sanitarias, embarazo y lactancia, etc.). Asimismo, se recomienda que aquellas personas que hayan tenido cálculos renales beban de dos a tres litros de agua diariamente para reducir el riesgo de que se forme un nuevo cálculo.
Aquí finaliza el texto tomado de IntraMed
Por último, me gustaría hacer hincapié en que no todas las patologías renales acaban en diálisis; hay muchas que se quedan, digamos, detenidas en un filtrado glomerular bajo pero que no hace preciso siempre el acabar en diálisis. Ello viene determinado, en muchas ocasiones, por lo mucho o poco que se cuide el paciente. Es decir, que un paciente con ERC en estadios iniciales que se cuida no tiene por qué terminar siempre en diálisis. De ahí la importancia de llevar a cabo una dieta determinada y unos cuidados cotidianos concretos, difíciles y a veces duros, lo sé, pero necesarios para evitar la progesión de la enfermedad.
Y ya para acabar, a los pacientes que ya están en hemodialisis, recordarles que una muy buena opción es la HEMODIALISIS DOMICILIARIA... solución que posibilita llevar una vida cuasi-normal, sin depender de los horarios o turnos marcados por los centros de hemodiálisis, con diálisis personalizadas hasta el más mínimo detalle, que limita el contagio de determinadas infecciones, que facilita una vida personal/profesional más ajustada a las necesidades reales de cada paciente y su familia. Si queréis saber en qué consiste y qué requisitos precisa, lee esta entrada: Hemodialisis domiciliaria. Si estáis interesados consultad con vuestro nefrólogo. Siempre es una opción mientras llega un trasplante y siempre será la opción más grata cuando ya no existe posibilidad de trasplante.
Y, por ahora, nada más. Cuidaos, por favor
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