Marca personal - marca profesional, ¿juntas y revueltas? «YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS»

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Me sumo con esta entrada a la iniciativa de #CarnavalSalud que promueve el espacio de Salud y Sanidad: WIKISANIDAD. En su página web plantean un debate que me parece fascinante, precisamente por lo que nos supone a todos los que nos dedicamos, por un lado, a llevar a cabo nuestra labor como profesionales de la salud y, por otro, a llevar hacia delante un espacio en forma de blog, web, portal o redes sociales en general. Según ellos mismos plantean en su web:

Esta vez, y gracias a algún que otro debate en Twitter, queremos recopilar opiniones sobre la presencia online de los profesionales de la salud principalmente en espacios sociales como Facebook, Twitter, e incluso blogs, ya que en un mismo entorno conviven información personal y profesional a menudo de manera indistinta.
¿Consideras conveniente disponer de dos perfiles diferentes? Por el contrario, crees que es mejor mostrar todas tus facetas en una única cuenta, con información de salud y de todo aquello que te apetezca compartir?
¿Es necesario elaborar guías de usos y estilos como la de la Consejería de Salud de Andalucía? ¿O mejor que cada profesional decida cómo es su presencia en los entornos sociales?.

Yo tengo presencia en todos esos ámbitos: Facebook, Twitter y en este, mi blog. Y es cierto, mezclo información profesional (de salud y sociosanitaria) con opiniones personales, pero más en Facebook que en Twitter o en mi blog. ¿Esto está bien, es correcto o no?
      Creo que somos profesionales de la salud, pero ante todo somos personas imbuidas en un medio social que nos influye y afecta de forma directa. No podemos sustraernos a ese influjo y, menos aún, cuando estamos viviendo tiempos socio-económico-políticos difíciles, crudos, obscenos y empobrecedores. Con todo esto que he dicho en una sola frase... ya he mostrado una opinión personal y el tono en que lo hago lo enmarca y le da unos visos particulares.
      
Supongo que es imposible, por lo menos para mí, el no mostrar lo que los diferentes aspectos de la vida me parecen. En este blog procuro mostrar sólo los aspectos socio-sanitarios, la salud-enfermedad, las profesiones sociosanitarias, la educación en salud y su situación en medio de los avatares de una crisis que no por muy nombrada pierde su dureza y su crueldad. Pero en Facebook sí que me dejo «arrastrar» por la pasión y por la indignación o sorpresa que ciertos acontecimientos me producen. Lo hago, sí, pero creo que siempre envuelta en el celofán (o eso creo) del interés común, la solidaridad, la defensa de lo público y mi inmensa preocupación por la salud y bienestar de los ciudadanos sanos y enfermos. ¿Eso me justifica? No sé.
      En su momento consideré que debía separar mi perfil «personal» del profesional... sobre todo a resultas de una muestra de blogueros sanitarios y profesionales de la salud 2.0 en la que me vi dibujada de forma objetiva y que no dejó de sorprenderme por lo que de mí se veía en intenet. Por ello, desde entonces, reservo SIEMPRE este blog y, en su mayoría, mi perfil de Twitter para cuestiones profesionales, dejando mi perfil de Facebook para todo lo demás... ¿Por qué? Porque en Facebook mi perfil no es meramente «enfermera», es escritora, madre, estudiante, ciudadana... y me relaciono con muchas gentes, creo que todas buenas, que tienen otros intereses aparte de la Salud y la Sanidad. Esas inquietudes se me contagian y muestro lo que me parece lo que veo, lo que leo y lo que escucho.

No creo que nadie, profesional o no, pueda mostrarse al mundo sólo como profesional y no como persona que piensa y opina. Hasta cuando mostramos pautas, consejos de salud, estadísticas, gráficos... en todo dejamos mostrar lo que somos y lo que pensamos. Al seleccionar unos y no otros dejamos ver una enorme parte de nosotros mismos. Sobre todo en algo tan poco «exacto» como es todo lo que respecta y afecta a la salud y la enfermedad. Cuando nos decantamos por unos cuidados y no otros, cuando damos preferencia a evidencias y no a otras cuestiones, cuando aconsejamos unas pautas y desaconsejamos otras... dejamos mostrar mucho de nuestro interior como personas, aunque lo hagamos envueltos en una bata blanca o en un pijama de hospital.
      La cuestión radica en saber conseguir ese equilibrio. El equilibrio que permite que se vea de forma clara y patente cuando una de tus manifestaciones radica en el ámbito de lo personal y cual de tus publicaciones es marcadamente profesional. Que no se pierdan las formas ni se caiga en un «nosequé chabacano». Que cuando te lean o te escuchen o te vean se capte al instante en qué medio estás.
      Es por esa razón que este espacio al que adoro, que es mi blog, lo reservo SIEMPRE a cuestiones profesionales y temas sociosanitarios y si toco algún tema candente o delicado lo hago siempre desde el prisma de su relación con la salud y bienestar de las personas. Aún así, estoy segura de que aún en la entrada más científica, con más referencias bibliográficas, con más enlaces del tema más actual, siempre dejo patente mi huella personal, siempre dejo caer por donde van mis tiros... si se me permite la expresión. El motivo es lo que he indicado más arriba: somos profesionales pero ante todo somos personas y una cosa y la otra no se pueden separar ni entender por separado.

Debo afirmar, además, que creo que muchos usuarios, lectores, seguidores o como se les quiera llamar, en numerosas ocasiones solicitan del profesional ese pequeño toque personal, ese trocito de su espíritu o su corazón y se ve muy clarito cuando ellos mismos te piden la opinión sobre un tema en concreto. Ellos necesita saber y tener patente que te mueves en su misma onda, que tienes, quizá, las mismas inseguridades que ellos, que entiendes sus miedos, que no les miras desde una fría y lejana altura de superioridad (algo que muchos profesionales cultivan hasta la saciedad y no entiendo por qué). Esto, lejos de bajar la calidad del profesional, lo enaltece, porque sólo el que sabe temer y tiene inseguridades y miedos entiende al que en su momento sufre esos mismos temores. Lo llamaré empatía y la empatía no es profesional es personal ahora y siempre. Es una faceta personal que enriquece la la faceta profesional.     

Esta es mi opinión... como persona y como profesional y como «internetera».

Y, por ahora, nada más. Cuidaos, por favor. 

Comentarios

Lila ha dicho que…

Acabo de descubrir tu blog y me tus entradas me parecen la mar de interesantes, asi que me quedo por aqui a seguirte y te invito a que visites mi blog sobre los trasplantes y la importancia de la donación de órganos . Y si te gusta te quedes mi acompañen en esta andadura.
Un saludo :)
Lola Montalvo ha dicho que…
LILA:
encantada de tu visita y muchas gracias por tu comentario.
Te visitaré claro que sí. Besos miles y nos vemos
Cristina Mulero ha dicho que…
Buenos días Lola,

ME ha gustado tu post. Yo trabajo como asesora en marca personal y coincido plenamente en que es imposible separar la marca profesional de la personal, sobre todo en las redes, donde el protagonismo lo tienen las personas, y el valor está en la opinión. En temas de salud, de todos modos, es muy importante que determinada información esté remitida a su fuente y se precise el nivel o grado de experto en la materia de quien la refiere.

Te felicito por tu blog.

Un saludo
Lola Montalvo ha dicho que…
CRISTINA:
Gracias por tus palabras.
Por supuesto que en información científica debemos remitirnos al autor y su grado de experto en la materia... pero hasta eligiendo qué autores o qué temas destacamos en nuestros espacios, mostramos nuestra cualidad de personas, más que de profesionales. Un ejemplo: yo no evito el tema del aborto, ni de la eutanasia, ni de las sedaciones paliativas ni de otras decenas de temas peliagudos que creo de vital importancia para el ser humano. Conozco a algunos -pocos, la verdad- profesionales con espacios similares al mío que esos temas ni se los plantean. A mí me gusta tocar las conciencias y pulsar ese botón que muchos temen.
Muchas gracias por comentar y por visitar este espacio. Un abrazo.

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