Reflexiones: ¿La sal de la vida? o La salud... con menos sal.
¿Cuál es la
cantidad de sal que debemos ingerir para que no sobre ni falte sodio en nuestro
cuerpo?
Pues lo cierto es que con la
cantidad que aportan los alimentos en su composición considerando una dieta
saludable y variada es suficiente, es decir, no tendríamos que añadir sal a las
comidas para conseguir un aporte adecuado... entonces, se
preguntarán, ¿por qué se añade sal a nuestros alimentos? Pues por costumbre,
para realzar el sabor de algunos, para conservarlos... Lo que es cierto es
que se nos educa el paladar, es decir, que desde pequeños se nos habitúa a
tomar sal en los alimentos y nos acostumbramos a esperar su sabor cuando
comemos. Por ello, al retirar la sal en la preparación muchas personas se
quejan de que la comida no sabe a nada,
está insípida. Esto es un gran error,
sobre todo cuando se añade mucha sal a los alimentos; la sal tapa el sabor
natural de cada alimento.
¿Qué
peligros tiene la sal para nuestra salud?
A grandes rasgos, el exceso de
sal en la dieta produce una retención mantenida de líquidos en el cuerpo y un
fracaso del sistema fisiológico de regulación de sodio de nuestro cuerpo, lo
que puede facilitar el desarrollo de Hipertensión Arterial (HTA), cardiopatías
y patologías renales crónicas, dado que es el riñón el
encargado fundamental de la regulación interna del metabolismo del
sodio/sal; un exceso le «exprime» y le daña. Aparte de todo esto, al riñón una
situación de HTA mantenida en el tiempo ya de por sí le produce lesiones
vasculares y le altera en su función. Por supuesto el peligro de la ingesta de
sal/sodio en un enfermo con Insuficiencia Renal Crónica es patente: aumento de
cifras de tensión arterial, retención de líquidos…
¿Cuánta sal
podemos tomar al día?
No debemos añadir sal a nuestras
comidas, pero ya que la añadimos a nuestros alimentos, cada uno de
nosotros no debemos exceder al día los 5 gr., cálculo en el que debemos
sumar la sal que ya de por sí contienen los alimentos. Por ello, debemos
prestar especial atención a la etiqueta de composición de los alimentos que
compramos y, sobre todo, la de aquéllos alimentos precocinados en los que la
presencia de sal suele ser elevada.
Deberíamos retirar la sal añadida
en la preparación de nuestros alimentos y sustituirla por condimentos que
realcen el sabor natural de los productos frescos con los que preparamos
nuestros platos y recetas.
En
muchos restaurantes y establecimientos que sirven comidas ya se ha
tomado la opción de preparar sus platos con poca o ninguna sal; quizá en esos
sitios sus platos nos resulten sosos... y ello se debe a que han aceptado
ciertas recomendaciones que animan a evitar un consumo excesivo de sal, para
que sus platos puedan considerarse saludables.
Lo ideal:
Retirar los saleros de las
mesas —es
decir, no añadir más sal— y cocinar con poca sal.
Hace unos años, La Agencia de Seguridad Alimentaria y Salud
(AESAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad, puso en marcha un programa interesante, el PLAN CUÍDATE+[1],
dentro de la Estrategia Naos: «Come sano y muévete». Por medio de una web, que
sigue activa en estas fechas, insta a la población en general y joven en
particular, a adoptar una serie de hábitos saludables, sobre todo a reducir el
consumo de sal en su dieta, con el lema —SAL=+SALUD, críptico mensaje que
busca, quizá, enlazar más fácilmente con la población más joven. Ahora, se ve
otro apartado en el insta de igual forma a reducir la grasa de la dieta.
En su momento nos decían en su
portada (tomado literal del programa):
«Mucha
gente no es consciente de la sal que se ingiere en las comidas: según la
Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición
(AESAN), ingerimos 10 gramos de sal al día, cuando lo recomendable es un
máximo de 5 gramos.
Por eso,
AESAN ha puesto en marcha el PLAN CUÍDATE +, al que esperamos que te
sumes para disfrutar de sus beneficios.»
Lo recupero porque creo que es
bastante ilustrativo del problema que todos tenemos con la sal añadida en
nuestros alimentos y en nuestra dieta.
La web incluye una curiosa
aplicación que facilita conocer la cantidad de sal oculta
que contienen los alimentos, tanto en los productos frescos como los
que ya están preparados como el pan, mantequillas o bollería, por poner algunos
ejemplos. También explican las etiquetas, ayudando a reconocer las diferentes
cantidades de sal de los alimentos, nos dan recetas, calculadoras…
Para mí, lo fundamental de esta
web es que ayuda a los usuarios a tomar decisiones por sí mismos, a tomar las
riendas de su propio cuidado y que anima a afrontar voluntariamente
la decisión de llevar una dieta variada y saludable, poniendo en su
mano herramientas más o menos útiles para que conozcan la composición de los
alimentos en sal y en grasas.
Os animo a visitar esta web. Aunque
no os apuntéis yo os invito a desear cuidaros de una forma tan sencilla como no
añadir sal a vuestros alimentos y a cuidar/reducir
la ingesta de alimentos precocinados; a hacer ejercicio de
forma regular, a evitar/reducir sobrepeso y a llevar una alimentación saludable
en el marco de la dieta mediterránea... os animo a desear estar bien
mucho tiempo.
Y, por ahora, nada más. Cuidaos, por favor...
editado 29 marzo 2017
Comentarios
En fin, que me ha gustado mucho el artículo, Lola.
Creo que en tu casa y en tu caso, la que va atener que tomar el papel de educadora para la salud vas a ser tú... ;)
Se puede comenzar por reducir la sal en la preparación y evitar alimentos abundante en sal. Ningún cambio debe ser drástico ni impuesto a la fuerza. Lo que sí se puede hacer es cocinar sin sal y que cada uno añada lo que le parezca después... mejor eso que nada y así tú te puedes cuidar si es tu deseo.
Muchas gracias, Rebeca y un abrazo
Espero que estés ya bien del pie, hace tiempo que no coincido contigo.
Un beso
Pero quien dice la sal, dice las grasas, los azúcares... Hacer ejercicio, es decir, desear estar bien supone hacer una serie de pequeños cambios en tus hábitos diarios que vayan encaminados a mejorar tu estilo de vida. No hay que esperar para esta malito...
Besos miles, Bea :D
Muchas gracias, Rafael... Besos miles
Jo Lola eres la conciencia de mis triglecélidos del colesterol...
¿que tal tus pies?
Besos!
Mis pies, van a su aire... me tiene atada y espero que ya quede poco. Prisionera sigo, no te digo más!!!
Besos miles y muchas gracias... y cuídate un poquito, por fa!!!