Memoria... de mí
Esta vez no entro para contar nada ajeno.
La astenia primaveral nos azota a todos con fuerza... a unos con más intensidad que a otros. ¡Qué poder tiene la Naturaleza que nos eleva o nos aplasta a su aire sin dejarnos tregua, todo por el efecto de una floración o de la mayor incidencia de los rayos de sol sobre nuestro planeta o por la resaca de una infumable campaña electoral que saca lo peor de nuestra sociedad y nos dice a gritos que nada va a ser distinto, aunque nos hagan creer que si... --disculpad, este no es el blog donde trato estos temas--.
Sufro astenia primaveral, como todos vosotros, y entre suspiro y suspiro me veo azotada por una enfermedad de la que hablo con frecuencia, aunque no me ha abofeteado a mí. Ahora me veo en la necesidad de afrontarlo en alguien muy cercano a mí. Su dolor, su angustia, su miedo y su padecer los hago míos y me veo tan bloqueada como lo está ella. Y yo ya no puedo mirar las circunstancias como enfermera; ya no tengo las herramientas propias de mi profesión que me permiten mirarlo todo con ojo crítico y científico valorando las posibilidades de tener un buen resultado y que esta enfermedad acabe bien. Ahora me veo obligada a pasar a «al otro lado» del control de enfermería, a sufrirlo desde su cama, a afrontarlo desde el lado del paciente... una persona a la que quiero con toda mi alma.
No sé si ya me siguen muchas o pocas personas. Ya no tengo control del seguimiento de este blog, pero si alguien me espera o mira con esperanza qué he escrito, le pido que me dé un poco de tiempo. El justo para rumiar la noticia, el justo para hacerme a la idea. El necesario para poder ver cómo pinta la cosa, si se me permite la expresión.
Y pronto volveré a escribir lo que escribía... o eso espero. ¡Dudas, todo dudas!
en estos días no se me ocurren ideas que plasmar en este blog. Por ahora estoy en secano... Huera, como decían nuestra abuelas. Mi cabeza en otro sitio.
No os olvidéis de mi --pido con un susurro sonrojado y tímido--. Sin vosotros este espacio no tiene sentido. Este espacio es por y para vosotros.
Hasta pronto... o eso espero.
Y, por ahora, nada más.
Comentarios
Un beso muy grande.
Tengo la esperanza de que todo irá bien. Necesito tenerla.
Muchas gracias por vuestro cariño, de corazón. Besos miles
Un abrazo lleno de emoción. Y no lo olvides; todo va a salir bien.
Beso.