«BOLSAS SIN FONDO»

La Bolsa... ambiguo concepto, ambiguo sin lugar a dudas, dado que a nuestra cabeza acuden con este vocablo decenas de imágenes que no se corresponden con la idea que origina esta entrada.
        «La bolsa o la vida...»
      Los profesionales de la Salud en este país, y quizá también en otros muchos, se ven sometidos a una lista de contratación cuyas leyes no siempre están adecuadamente claras. Esa lista cuya denominación metafórica, sin tintes literarios de ningún tipo, es Bolsa... Bolsa que pretende regular osistematizar el orden por el que se atribuirán los contratos conducentes a cubrir vacantes y plazas disponibles en el sistema sanitario público... Se supone un algo estructurado en las máximas de igualdad, equidad, anonimato, publicidad... Y en mi fuero interno creo que, más bien que Bolsa, debería recibir el feo nombre de Saco, dado que en muchos casos es eso, un saco sin fondo en el que se pierden las esperanzas de los profesionales de la salud de poder desarrollar su labor de una forma digna, estable, segura, estimulante...
      Nada de eso se cumple en este ambicioso proyecto con denominación ambigua.
      Bolsa.
      Yo sufrí esa Bolsa durante varios años. Llamadas de teléfono desde un distrito, a destiempo, apresuradas, indicándote que debías incorporarte en un destino a decenas de kilómetros de tu domicilio, en un tiempo máximo de una hora... «...¡Si no lo quieres, si no te incorporas hoy, corre turno y se te sanciona...!», te dicen al otro lado del teléfono, con tono neutro, indiferente, sin empatía alguna... Y el corazón latiéndote en la garganta, mientras razonas a toda velocidad, planteándote si tienes transporte para llegar a ese pueblo, si tienes quien te recoja a los niños, si cubrir una vacante de tres horas supone algún alivio a tu penosa situación laboral... Y al final dices que sí, que lo aceptas... Te vas al recóndito pueblo, trabajas esas tres horas y mañana vuelves a estar en el paro. ¡Prueba superada, por Dios! ¡Has cumplido con lo que te imponen y aún sigues en la Bolsa! ¡Aún tienes esperanzas de trabajar algo más de un día o dos seguidos! ¡Algún día -sueñas con los ojos abiertos, la mirada perdida en un incierto horizonte- conseguirás un contrato de una semana... no, no, de un mes!
      Todas las profesiones de la Salud, todas, y la enfermería de una forma más específica cuanto es la que mejor conozco, deben... deberían ser vocacionales. Uno estudia un montón de años con ilusión, hace prácticas durante meses intentando absorber la mayor cantidad posible de conceptos en un tiempo record, esa ilusión que uno cree a prueba de balas... esa ilusión languidece, se apocha, se mustia... se muere, a veces, cuando una vez finalizada la carrera y ya con un precioso y anhelado título bajo el brazo, te ves sometido a las duras y arbitrarias normas de la Bolsa, ese oscuro lugar en el que las ilusiones se pierden, hacen eco en sus oscuros rincones, se ennegrece... y ¿muere?
      Y mientras tantos profesionales se avinagran en un proceso de maceración de duración indeterminada de la Bolsa, los diversos servicios de cirugía, de medicina interna, de ginecología, de pediatría, los centros de salud, los centros de especialidades... adolecen de forma crónica y casi irreversible de falta de personal.
...Bajas que no se cubren.
...Permisos que no se cubren.
...Vacantes que no se cubren.
...Servicios que se cierran por falta de personal.
...Listas de espera de pacientes que se alargan porque se cierran plantas, porque no hay personal...
...Enfermeros y enfermeras que trabajan a destajo porque llevan más cantidad de pacientes de lo que está recomendado porque no cubren las bajas, no cubren las vacantes...
...Y miles de profesionales de la salud, de enfermeros y enfermeras, languidecen por la desesperanza de encontrarse en una Bolsa que los engulle y no les da trabajo... ése que hay, pero que no se genera.       ¿Falta de presupuesto? ¿Eso es lo que alegan las administraciones? No sé, valórenlo ustedes mismos. Aunque yo creo que no. Para muchas otras cosas, siempre hay presupuesto.
      No sé ahora, porque ahora no me veo sometida a la dictadura del pozo sin fondo de la Bolsa, pero cuando yo la sufrí, y la sufrí mucho en mis doliente espíritu, el ser amigo de o el mi padre es íntimo o primo de (vamos, el enchufe de toda la vida) funcionaba mucho para que alguien recién salido de la Escuela o con mucha menos puntuación que yo en la Bolsa, consiguiera una vacante de meses o una interinidad -que según las normas de la Bolsa aun no le correspondía- sin tener que despeinarse.
      No, no acuso de nada, ni por supuesto a nadie. Pero yo viví eso. ¿Sigue sucediendo hoy? ¿Y los sindicatos defienden esto?
      ¡Ay, no, mira, hoy no voy a hablar de los sindicatos...! Pero lanzo una idea al viento: si esto sucede y sigue sucediendo...
      Defiendo la Sanidad Pública con uñas y dientes. Pero me fastidia que se hagan estas cosas que lo único que consiguen es quemar a los profesionales, quemarles su moral, su ilusión, sus ganas de trabajar y de aportar cosas nuevas... como un día me quemé yo. Hasta convertirme en cenizas.
      Y, por ahora, nada más.
editado el 26 enero 2015

Comentarios

ana ha dicho que…
Sigue sucediendo... lamentablemente. Todos nos hemos curtido así, es inhumano. Las nuevas generaciones se quejan exactamente de lo mismo. Si tienes padrino, mejor. Si no... es tu problema.

Aquí se mangonea todo, las nuevas bases de la bolsa de empleo ni han salido, se supone que no valorarán la experiencia profesional al 100%... alucinante. Será una empresa que no valora la experiencia de sus propios trabajadores... ¿se puede entender esto?

¿Y los sindicatos?... ¡ay los sindicatos!... mejor búscate la vida solito, pues ellos NO PUEDEN REPRESENTAR A NADIE... dicen... y tú te quedas pensando, a mí sí, que soy un trabajador... ¿o no soy un trabajador?... pero, hoy no toca hablar de sindicatos... tela marinera los sindicatos!!!
Lola Montalvo ha dicho que…
Ana, querida compañera, lo más triste es la impotencia, supongo yo, ese no poder hacer nada porque con la administración hemos "topao". La vocación en estos casos es a prueba de bomba... o no. Y sí, de los sindicatos hoy no toca hablar, mañana, mañana. Besos miles.
Ana ha dicho que…
Ay Lola... que bajón al leer tu entrada jeje, pero tienes toda la razón, lo veo cada día cuando los enfermeros hablan sobre sus contratos de dudosa duración... en fin, espero poder soportarlo. Un saludo ;)
No cogé ventaja, ¡miarma! ha dicho que…
Creo que el sistema de personal de toda la sanidad, pública y privada, merece un cambio revolucionario. vosotros los intervinientes tendríais mucho que decir y sobre todo que los sindicatos perdieran la egemonía que tienen en todo el tinglado.
En fin paciencia, un beso
Lola Montalvo ha dicho que…
ANA: no te desanimes, corazón, que esto es cosa de siempre, pero quizá ahora la cosa está más prieta, más achuchá. Tú termina y verás como entre todos a esto se le puede dar algo de aire. Yo sé que puede mejorar, siempre que se utilicen las herramientas adecuadas. Esto puede cambiar para mejor. Besos miles ;))))
Lola Montalvo ha dicho que…
RAFAEL: tú lo has dicho: los sindicatos. Creo que parte de la responsabilidad de que esto esté tan negro como está la tienen ellos, los sindicatos. No les veo moverse para reivindicar un sistema mejor ni les veo lanzarse a los hospitales para exigir que cubran tantas vacantes como hay. El otro día lei que un sinidcato, no de enfermería, uno general, iba a poner una denuncia en los juzgados para plasmar la situación de falta de personal que hay en los diversos servicios... en fin!!!
Yo creo, estoy convencida de ello que esto puede mejorar, por ello he escrito esta entrada para removerlo un poquito, porque estoy harta de ver la situación que hay y nadie mueve nada... Besos miles :DDDD
morningdew ha dicho que…
Creo que has reflejado a la perfección los hechos y los sentimientos de nuestro colectivo... Y ahora con la Bolsa Única y la crisis, veremos a ver qué será de muchos de nosotros que permanecemos en el saco...
Lola Montalvo ha dicho que…
GOSSIP GIRL: Sé que la cosa está difícil, pero estoy convencida de que, si nos movilizamos de forma adecuada, esto no tiene más remedio que cambiar. Un abrazo.
morningdew ha dicho que…
Ése yo creo que es otro problema... que no somos capaces de manifestarnos como otros colectivos... no sé porqué.
Lola Montalvo ha dicho que…
Trabajé en un hospital de Madrid que cuando nos ponían "servicios mínimos" porque había una huelga, la administración nos ponía más enfermeros de los que éramos en condiciones normales. De facto, en mi planta, no había huelga. Por otro lado Enfermería, hasta ahora, nunca ha hecho movilizaciones tan "salvajes" como otros colectivos: maestros o médicos, por ejemplo, que siempre están muy bien respaldados por los sindicatos. Creo que si se ha llegado a esta situación, los sindicatos tienen mucho que ver: sencillamente porque lo han consentido. Y, por último, debo decir algo que quizá no guste: creo que nosotros tenemos mucha culpa. Ante ciertas movilizaciones, demasiada gente se echa para atrás. ¿Miedo a que no renueven contratos? ¿Falta de coordinación? ¿Miedo a que pase algo irreparable en los servicios durante una huelga? No sé, aunque sí me lo imagino... pero como entra en el ámbito de la especulación, me guardo mi opinión. Besos miles, Gossip girl.
ricinhos ha dicho que…
Uff, lo de las bolsas es el negocio más grande que han inventado...Lo mejor de todo es cuando denuncian la bolsa en la que te inscribiste y reclamas tu dinero ( al menos en Galicia tenemos que pagar para inscribirnos) y se ríen de tí en la cara...
Lola Montalvo ha dicho que…
RICINHOS: me has dejado con la boca abierta al leer tu comentario: no me puedo creer que sean tan peseteros como para hacer que pagues para que te incriban en una bolsa de trabajo, cuyo único fin es dar un orden "lógico" a las contrataciones. Veo que la situación que existe aquí, en Andalucía, se puede considerar de "mejor" si la comparamos con la vuestra, la de Galicia. Recibe mi apoyo más sincero. Besos
Esther ha dicho que…
Es vergonzoso lo que aceptamos pasar para poder trabajar, pero sin ánimo de ofender a nadie, la culpa es nuestra. No nos movilizamos, no obligamos a nuestros sindicatos o colegios profesionales a que solucionen las cosas que nos hacen ser peores profesionales y creo que somos el colectivo menos corporativista que hay a pesar de que dentro de la mayoría de centros sanitarios, somos los más numerosos, con lo que podríamos ser muy poderosos.
Pero no lo somos, por que, pues yo creo que se nos agota la empatía con los pacientes, nos dedicamos a estar a expensas de la bolsa hasta que nuestra puntuación nos permite un contrato mas decente y a partir de entonces, el que venga detrás que se apañe, que nosotros ya lo hemos pasado.
Ojalá veamos el día en el que dejemos de permitir que nos hagan estas cosas.

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